El estilo Preppy aplicado al interiorismo
El estilo preppy, conocido principalmente por su influencia en la moda, ha evolucionado en los últimos años y ha encontrado un nuevo espacio de expresión en el diseño de interiores. Este estilo, inspirado en las tradiciones de las escuelas privadas y universidades de la Ivy League en Estados Unidos, evoca un sentido de orden, elegancia y sofisticación sin llegar a ser ostentoso.
En el ámbito del interiorismo, el estilo preppy combina elementos clásicos con toques modernos, logrando un ambiente acogedor y refinado a la vez.
Los orígenes del estilo preppy
El estilo preppy tiene sus raíces en el vestuario tradicional de los estudiantes de la Ivy League, con elementos como camisas polo, suéteres de lana y estampados de cuadros o rayas. En los años 80, este estilo se popularizó a nivel mundial, convirtiéndose en un símbolo de estatus y buen gusto. En el interiorismo, esta estética ha evolucionado para reflejar el mismo espíritu clásico y atemporal, adaptando los códigos de vestimenta preppy a una paleta de diseño de interiores que mezcla elegancia y comodidad.
Con la influencia del diseño escandinavo y minimalista en los últimos años, el estilo preppy en interiores ha tomado un enfoque más limpio y accesible, manteniendo sus características clave de organización, simetría y detalles refinados.
Paleta de colores: tonos suaves y detalles en color
La paleta de colores es un componente esencial en el estilo preppy. Los tonos neutros y pasteles, como el beige, crema, azul cielo y gris, son una excelente base. Estos colores aportan serenidad y un toque de sofisticación sin abrumar el espacio. Sin embargo, en el estilo preppy, los colores vivos también tienen su lugar, especialmente en los detalles y los textiles. Colores como el verde esmeralda, el azul marino, el rojo vino y el amarillo mostaza son comunes para dar contraste y crear un ambiente dinámico.
Una forma de incorporar esta paleta es pintar una pared de acento en un tono fuerte y mantener el resto del espacio en tonos más suaves. También se puede optar por detalles en textiles o accesorios en colores vibrantes para añadir personalidad sin comprometer la armonía del espacio.
Mobiliario clásico y funcional
El mobiliario preppy se caracteriza por su calidad, durabilidad y diseño clásico. Las piezas suelen ser de líneas limpias y rectas, con un estilo más bien sobrio y funcional. Muebles de madera oscura como el nogal o el caoba son típicos en este estilo, y piezas tapizadas en telas de alta calidad como el lino o el terciopelo añaden un toque de elegancia.
Los sofás Chesterfield, con su característica capitoné, son un excelente ejemplo de una pieza preppy que aporta sofisticación y comodidad al espacio. También son comunes las sillas de respaldo alto, las mesas de centro de madera maciza y los escritorios de estilo vintage. Al elegir muebles, es importante apostar por piezas que resistan el paso del tiempo, tanto en diseño como en materiales.
Estampados y texturas: el encanto de los detalles
Los estampados son una marca distintiva del estilo preppy, tanto en moda como en interiores. Los patrones como cuadros escoceses, rayas, y motivos náuticos se utilizan comúnmente para darle carácter y originalidad al espacio. Estos estampados pueden aparecer en cojines, alfombras, cortinas e incluso en paredes con papeles tapiz.
Las texturas también juegan un papel importante. El estilo preppy combina tejidos como el algodón y la lana en los textiles, mientras que en los muebles se busca el contraste entre la madera pulida y los detalles metálicos en dorado o bronce. Estos elementos táctiles ayudan a crear una atmósfera acogedora y equilibrada.
Accesorios y decoración: sutileza y buen gusto
Los accesorios son la clave para darle vida al estilo preppy sin caer en excesos. Aquí, la moderación y el buen gusto son esenciales. Opta por detalles como cuadros con marcos clásicos, espejos con bordes dorados, y estanterías llenas de libros de colección o enciclopedias. Las antigüedades y piezas de arte también son bienvenidas, siempre y cuando estén dispuestas de manera ordenada y cuidadosa.
Una característica distintiva del estilo preppy es la presencia de elementos náuticos, como brújulas, mapas y figuras de barcos. Estos detalles añaden un toque de aventura y tradición, evocando el estilo de vida costero y el amor por los deportes y actividades al aire libre que son tan característicos de la cultura preppy.
Organización y simetría
El estilo preppy apuesta por la organización y la simetría en el diseño de interiores. Cada elemento debe tener un propósito y estar en su lugar adecuado, evitando el desorden. Esta simetría se logra colocando los muebles de manera equilibrada, por ejemplo, colocando sofás o sillones en pares y utilizando mesas auxiliares y lámparas en ambos lados de la habitación.
Para el almacenamiento, es recomendable usar muebles cerrados, como estanterías y aparadores, que mantengan el orden visual y resguarden los objetos. Esta organización es fundamental para lograr un ambiente limpio, sofisticado y funcional.
Iluminación: un toque de elegancia con luz natural y artificial
La iluminación en el estilo preppy busca crear una atmósfera cálida y acogedora. La luz natural es ideal, por lo que es importante aprovechar las ventanas, decorándolas con cortinas en tonos claros que permitan el paso de la luz. Para la iluminación artificial, lámparas de pie con bases de bronce o lámparas de mesa con pantallas de tela son opciones excelentes. Los candelabros y lámparas de techo clásicas también funcionan muy bien en este estilo.
El estilo preppy aplicado al interiorismo ofrece una alternativa fresca y elegante para quienes buscan un ambiente refinado, acogedor y atemporal.