No es ningún secreto que las plantas y las flores decorativas juegan un papel muy importante en nuestras casas a la hora de decorarlas. Una plantita bonita en una esquina o un florero como centro de mesa con unas bonitas flores de colores y cambia para bien, cualquier rincón de la casa.
La biofilia es nuestro sentido de conexión con la naturaleza y nos condiciona a la hora de decorar nuestra casa. Es un sentimiento de conexión estrecha con lo que nos rodea y nos hace apreciar a plantas naturales y a animales. Y es que somos animales (algunos más que otros) y nuestro instinto de supervivencia nos anima a estar en contacto con lo natural. El olor a hierba recién cortada, la siesta al aire libre, el descansar un rato debajo de la sombra de un árbol … son las cosas que llaman “pequeños placeres” y que no pueden ser comprados con dinero. Cómo encontrar una piedra con una batea. Esas sensaciones no se pueden negar que nos gustan, y mucho. Cuando vivía en el piso del Eixample me gustaba comprar plantas de hojas verdes grandes con la que darle un poco de vidilla decorativa a algunas esquinas sin mucha gracia. Ese toque verde siempre me gustó aunque no me duraban mucho. Esa es la verdad. Yo soy más de plantas artificiales. De las que son todoterreno y a la que factores como el agua , la luz o la temperatura no les afectan. Si no, la cosa se complica.
¿Crees que no las hay? ¿eres de los que piensa que sin estos elementos no hay flores y vida? Pues en este post voy a demostrarte que si existen posibilidades.
La lámpara Grow es un claro ejemplo de que ya no es necesario tener un saco de tierra en cas. Déjate de comprar abono para plantas y usarlo al tun tún, las cosas se nos están poniendo mucho más fáciles. Esta lámpara es original a más no poder y tiene una fuerza decorativa que para sí querrían muchos cuadros. La lámpara Grow es una imagen tridimensional de una planta exótica contenida dentro de una caja de luz, creando una ilusión hiperrealista de una planta viva. Estas lámparas “verdes” son un conjunto de lámparas de pie regulables con diferentes tamaños… y diferentes plantas también. Todas ellas exóticas y muy decorativas.
Y es que la marca holandesa Zuiver está muy comprometida con el diseño y con la naturaleza. Para esta estupenda creación ha colaborado en Rotterdam con el estudio de Diseño REM Atelier y juntas han creado una solución maravillosa a nuestra necesidad de ambientes naturales.
Las modas son así. Hace una tiempo fui a casa de una amiga a tomar café y me dijo que lo que más le relajaba del mundo mundial era pasar un rastrillo de arena dentro de una pequeña pieza de decoración oriental que tenía en el salón. Me quedé alucinada. Entiendo que todos disfrutamos en la playa haciendo dibujos en la arena pero de ahí a ponerte en modo zen en tu salón pasando un rastrillo por una bandeja con un poco de arena… Cosas de mi amiga.
Poco tiempo después se puso de moda disfrutar del agua natural en sitios públicos y muchos restaurantes colocaron en sus terrazas preciosas fuentes, con estilosos diseños y hasta con juegos de luces. Otros más atrevidos con lo de la decoración pusieron columnas preciosas en las que discurre el agua y con la que embelesar a sus clientes y alejarnos del mundanal ruido. Y después llegaron las terrazas convertidas en huertos (o cualquier hueco que tengas por ahí) y ahora los mini jardines. De nuevo está presente la biofilia.
"Cuando vivíamos en Suecia, sentimos la necesidad de acercarnos a la naturaleza y hacer espacio dentro de nuestra vivienda para la naturaleza que nos rodea"
Green house es una de esas ideas geniales de Design House Stockholm. Se trata de un macetero con el que darle ese toque verde al salón o al despacho. Un lugar zen, si lo prefieres. (sí, cómo el de mi amiga). Es un diseño de Worapong Manupipatpong y Ada Chirakranont de Atelier 2+ en el que quieren darle espacio a la naturaleza pero dentro de un espacio acotado, concreto. Es una pieza con mucha intención artística y que gusta mucho para espacios nórdicos.
Fermob produce muebles de exterior juveniles, divertidos y multicolores. Son diseños resistentes y atrevidos con los que darle ese aire fresco al jardín. Como no, tienen preciosos maceteros en los que poder plantar espectaculares flores que llenen de color todos los rincones.
Los maceteros Basket de Fermob, son mega funcionales. Estrechos y alargados en forma rectangular para que puedan estar en una pared, marcando un camino, separando un espacio dentro del jardín (eso ya es tener un buen jardín). Con una gama enorme de colores para que puedas encontrar tu preferido o para que puedas jugar cromáticamente diseñando un bonito mosaico. Y es que es ver llegar la primavera y nos ponemos a jugar con los colores, con sus bonitas combinaciones y con todas las piezas de exterior para atraer la alegría y el buen rollo que transmite el buen tiempo.
Siempre que añadimos plantas a una decoración le damos ese toque natural y purificante que todo ambiente necesita. Y tan importante como ese rinconcito verde en el que tener tu oasis son las piezas que vas a usar para que tus plantas y flores decorativas luzcan preciosas.
El florero Roseau de Lignet Roset es una de esas piezas en cerámica esmaltada que sirve para acompañar a tus preciosas flores o para decorar por sí mismo. Es de gran tamaño y siempre es un regalo acertado. Ya que hablamos de plantas y flores decorativas te diré que es el regalo típico que se hace en mi casa por el día de la madre, unas delicadas flores o una bonita planta con la que mi madre pueda redecorar el jardín. Si además de las flores, le das un bonito jarrón en el que lucirlas, el acierto está asegurado y su cara va a ser una fiesta.
Canopie es otro estilo. El jarrón Canopie de Seletti es para todos los fans del estilo kitsch. Ese estilo nacido en los años 30, lleno de colorido y que nació con el propósito de ir en contra de lo vanguardista. Al más puro estilo de Alaska y Mario Vaquerizo con su famosa casa Rosa y Casita Azul en la que triunfa el estilo barroco a todo color.
Al igual que el otro jarrón, es una oportunidad de regalo. Uno de esos buenos y sofisticados con el que dejar la boca abierta. Creación de Elena Cutolo está lleno de ese híbrido entre lo barroco y punto de color. Y es que el estilo kitsch busca provocar. Hacer de algo corriente, algo sorprendente. Colocándolo en un lugar nuevo o dándole un estampado o un uso no convencional. Sin duda, es el tandem perfecto para ese rincón, verde, andrógeno y sorprendente que no todos pueden tener.
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