Colores tendencia para esta temporada primavera verano 2025
Siempre he creído que los colores son una forma silenciosa pero poderosa de transformar los espacios que habitamos. Esta temporada primavera-verano 2025 viene cargada de tonalidades que despiertan emociones, suavizan el ambiente y permiten renovar cualquier rincón sin necesidad de grandes cambios. Y sí, ya tengo mis favoritos y estoy deseando contártelos.
Como cada año, me inspiro en las referencias más top para traerte propuestas aplicables al mundo de la decoración, porque si hay algo que me apasiona, es ver cómo una pared, un textil o un pequeño objeto puede cambiar por completo la energía de una estancia. ¿Te apetece descubrir los colores que van a marcar tendencia? Vamos allá.
La nueva elegancia del rosa empolvado
El rosa suave y empolvado se convierte en un imprescindible esta temporada. Es un tono que invita a la calma y aporta una sensación envolvente, perfecta para dormitorios, zonas de lectura o rincones donde buscamos relajarnos. Yo lo veo ideal en cortinas de lino, cojines con textura o incluso en un sofá de líneas curvas. Tiene esa versatilidad que lo hace elegante sin ser pretencioso.
Me gusta utilizar este color como base para construir una atmósfera acogedora. Combinado con blancos cálidos o beiges naturales, genera una armonía sutil. Pero también me encanta cómo reacciona frente a materiales como la madera clara o el mármol travertino. Da ese toque sofisticado sin dejar de sentirse cercano.
Azul cielo, la serenidad hecha color
Hay algo casi terapéutico en el azul cielo. Esta temporada se perfila como uno de los grandes protagonistas, y yo no puedo estar más feliz. Es uno de esos colores que transmiten serenidad al instante, lo que lo hace perfecto para espacios como baños, despachos o salones muy luminosos.
En decoración, lo uso tanto en grandes superficies como en pequeños detalles. Una pared pintada en azul cielo suaviza la percepción del espacio. También me gusta verlo en vajillas artesanales o en jarrones de cristal, que capturan la luz y amplifican la frescura que aporta este tono.
Verde oliva suave como una conexión con la naturaleza
Este verde delicado es una extensión del entorno natural que tanto necesitamos en casa. Tiene un matiz muy especial, porque no es agresivo ni demasiado vibrante. Transmite equilibrio, frescura y una sensación de estabilidad que se agradece después del ruido visual que a veces encontramos en la decoración.
Para mí, es perfecto en cocinas, zonas de estar y terrazas. Me encanta cuando aparece en textiles como manteles, fundas de cojín o tapicerías lavables. También resulta maravilloso combinado con fibras naturales como el ratán, el yute o la cuerda. Aporta un aire mediterráneo sin esfuerzo.
Amarillo soleado con un giro sofisticado
El amarillo de esta temporada no es chillón ni excesivo, sino más bien suave, con un subtono dorado que lo vuelve encantador. Me recuerda al color del sol filtrándose por una ventana en las primeras horas del día. Tiene algo muy optimista, pero con un enfoque maduro.
Utilizo este tono para acentos decorativos. Una lámpara con pantalla de lino amarilla, una butaca tapizada o una obra de arte con pinceladas doradas pueden cambiar por completo la energía de una estancia. Me gusta acompañarlo de tonos tierra o incluso de grises cálidos para conseguir un resultado equilibrado.
La personalidad del rojo terracota
Aunque pueda parecer más propio de otoño, este rojo terracota reaparece en primavera-verano con una fuerza inesperada. Es terroso, cálido y acogedor, y yo lo encuentro irresistible en espacios donde buscamos profundidad y carácter. Tiene la ventaja de aportar calidez sin necesidad de colores estridentes.
Mi forma favorita de usarlo es en cerámicas artesanales, alfombras con diseño étnico o incluso en cabeceros tapizados. También resulta impactante en paredes de estuco o superficies rústicas que buscan autenticidad. Es un color que no pasa de moda y que siempre vuelve con matices renovados.
Blanco pero con matices
El blanco puro deja paso a versiones más suaves, cremosas o con un toque grisáceo. Esta temporada, el blanco no es vacío ni impersonal: es una base sobre la que todo fluye. Y cuando lo combinas con los colores anteriores, funciona como un marco perfecto que
Yo lo uso como lienzo en casi todos los proyectos. Ya sea en paredes, techos o suelos, este tipo de blanco se convierte en la mejor forma de dejar respirar al espacio. Además, permite jugar con contrastes sin que la decoración se vuelva pesada. Es la clave para equilibrar y destacar los colores más expresivos.
Una temporada para experimentar con armonía
Si algo me inspira de esta paleta primavera-verano 2025 es que combina lo emocional con lo sensorial. Son colores que no solo se ven bien, sino que se sienten bien. Son capaces de transformar espacios sin recurrir a grandes reformas, y nos animan a crear hogares más conscientes, más bellos y, sobre todo, más personales.
Como siempre digo, decorar no es seguir normas, sino crear ambientes que te hablen a ti. Y estos tonos son la herramienta perfecta para lograrlo. ¿Con cuál te atreves tú esta temporada?