La ilusión por un nuevo mobiliario de diseño y por el 2020

Resulta curioso cómo una persona cambia de parecer en solo un segundo. Se aburre un poco de lo conocido y se atreve a salir a explorar nuevos mundos. Y esa soy yo. De repente me da la ventolera - por eso vivo en un barco - y me lanzo. Y este año me he decidido a vivir nuevos retos, añadir a mi casa un nuevo mobiliario de diseño y mejorarme a mí misma. Ser mi mejor versión ¿Porque no? Arranca una nueva década y yo no quiero dejar pasar ni un segundo pensando en las cosas y las personas que se quedaron atrás. Algún capullo al que perdí de vista en modo drama y que hoy viendo con perspectiva me alegra haber salido de ese radar, ya sabes.


¿Por qué no atreverse a salir de la zona de confort y aprender nuevas cosas? Conocer nuevos lugares, nuevas personas - interesantes por favor - añadir a tu casa un nuevo mobiliario de diseño y ser capaz de sorprenderte a ti misma haciendo algo que nunca te verías haciendo. Pues eso es lo que pretendo para este año 2020.


Ser capaz de arriesgarme y probar. Eso es lo que quiero. Y sentada en mi sillón Profesor, de la marca Crisal Decoración, me he planteado cómo querría recordar este 2020. Imagínate, estamos a 31 de Diciembre de 2020 y alguien va y te pregunta “¿Qué, cómo ha ido el año?” La pregunta del millón. Pues tú puedes responderle dos cosas. Un triste y esperado “Si, bien, como otro año cualquiera” o quizá puedes explicarle las muchas cosas nuevas que te has atrevido a probar y las personas que has conocido por haberte retado a ti misma.


Y esa quiero ser yo. El año 2019 fué un año sensacional, me arriesgué a crear mi propia marca, CarlaKey, con la que he conseguido hacer felices a muchas personas llenando su casa de un mobiliario de diseño lleno de estilo que refleje la personalidad y el rollo de quién lo compra. SU estilo. Muebles con los que la gente se sienta agusto y feliz. Muebles con personalidad y carisma que hacen de un piso, tu casa.Vamos que lo convierten en un hogar.  A mi eso me flipa, porque cuando arrancó este reto, como imagináis, todo eran dudas y miedos. Y ver cómo la gente encuentra lo que necesita te hace sentir genial. Es un poco como la adrenalina que se siente cuando saltas en paracaídas.


Da miedo incluso cuando estas super convencido de hacerlo, pero saltas porque sabes que más allá del miedo hay libertad. Después de ese loco pero controlado salto está la fuerza todopoderosa del “Yo lo he hecho” . El orgullo de romper con tus límites. La gente lo hace por el subidón de adrenalina o por quitarse el miedo a las alturas con terapia de choque, pero sea por lo que sea una vez se atreven a ir más allá, saltan, vuelan y disfrutan cuando se abre el paracaídas -seguro que muchísimo - y al final cuando tocan tierra, quieren volver a saltar. Pues todo eso es lo que me ha transmitido a mi CarlaKey.


Será por eso que me veo más valiente, porque a medida que te atreves a salir de la zona conocida, eres cada vez más capaz de asumir nuevos retos.


Por ejemplo, hacer deporte. Bien. El deporte siempre es bueno. Pero es cansado, consume tus energías y además lleva tiempo. Una de esas cosas inmateriales cada vez más escasa. Pues yo he decidido ignorar todo eso, sacarme la pereza y para este año no solo voy a hacer deporte sino que voy a aprender nuevos deportes.


Mi amiga Lucía, una arquitecta a la que le gustan los chicos guapos y un buen mobiliario de diseño, se reía como una loca cuando lo conté que me había comprado unos guantes de boxeo y que un par de mañanas a la semana me enfundaba la ropa de deporte - que tuve que comprarme para la ocasión - y me iba a dar golpes.


La verdad es que el profesor es majísimo y bastante piadoso conmigo. Las clases son super divertidas. Yo salgo rota pero contenta y por eso creo que ha sido una buena idea.


El otro día, mientras le contaba a Lucía los ejercicios que hacíamos, casi me mancha el sofá   N701 de Ethincraft en color azul, con su copa de vino (que por cierto es el color del año, aquí te lo dejo para que te informes). Ella, entre risas, me preguntaba que cómo era eso. Y yo, la verdad me reía también mientras se lo contaba porque sobrevivo a las clases y salgo muerta. Vamos que cuando lo cuento no le veo el sentido de tanto deporte  - y tan intenso por cierto - pero a mi me gusta porque es comenzar con algo nuevo.


Y como la cosa va de probar cosas nuevas y diferentes y estoy en plan super woman, me he propuesto este año hacer uno de esos circuitos de barro que hacen los deportistas para entrenar. Si ya se que es un poco locura pero es cosa de las ventoleras. Esas ideas que te vienen a la cabeza y en las que te enredas sin haberlo pensado mucho. Lucía casi se cae del sofá cuando se lo conté. Ella y yo, que salimos una noche cada tanto pero lo hacemos como si no hubiera un mañana, con actitud. Y yo ahora en plan formato teniente O´Neil.


“Pues lo haré” le decía yo. “Ya sabes, esos que son rollo militar y que te obligan a trepar por una cuerda y tirarte en tirolina para aterrizar en el barro. Me parecen una absoluta locura y por eso tengo ganas de probarlos “ Ya entendéis porque mi amiga Lucia se partía de risa y cerca estuvo el pobre sofá de sufrir las consecuencias, claro.


Ella me decía “Pero a ti qué te pasa que has pasado de subirte de unos tacones de 12 centímetros a subirte a una pared de escalada”  Y yo le respondí lo que pienso “ Es que se trata de una cuestión de actitud. Si tienes ganas de arrasar este 2020 tienes que salir de la zona de confort para atreverte, no queda otra” 


Y es cierto, o ¿Es que acaso todas esas influencers tienen una vida tan guay y divertida como vemos en su instagram? Pues será muy divertida, yo no digo que no, pero seguro que como a todas, alguna vez le han dado en el centro de la diana y las han dejado barridas. Un novio, una amiga, un trabajo que no consiguieron las dejó k.o. pero a la mañana siguiente se levantaron y se prepararon unas perfectas tostadas cubiertas de aguacate y las subieron a Instagram. Puedes pensar que es vivir una vida de mentira pero yo estoy en plan “ Vive la vida que te dé la gana, darling” y si te dan en el centro de la diana, te tomas un buen vino de esos que tienes guardados para las ocasiones especiales o si no lo tienes, te lo compras. Vino DB, Lico Vino o el Claude se van encantados para tu casa y te ayudan a liberar las penas. O te pones los guantes y te vas a darle duro.


Entiéndeme, no se trata de convertirse en una de esas artificiales influencers que salen de la cama más peinada que una top model en el desfile de la moda de Nueva York sino de ser capaz de salir de la zona de confort para ir más allá.


Este año 2020 quiero que sea mi año y el tuyo también. Sácate la pereza y enfundate esos tacones y sal a romper. Todas sabemos que duelen pero y qué. ¿Vamos a resignarnos? No que va.


El comienzo de año es una excusa para marcar una fecha, un ”a partir de ahora” , un “de aquí en adelante” y eso, márcate una fecha lo puedes hacer cada día cuando te levantas. Si los tacones duelen, pues que duelan. “Los tacones son un placer con dolor" palabra de Christian Louboutin. Si hacer obras en casa mancha, pues que manchen. Renovarse o morir dicen. Cambiar es parte de estar vivo y tenemos que disfrutarlo.


Si te pasa como a mi, al principio irás con cierto miedo y luego a la que coges confianza, vas más rápido que en un coche de lujo hecho para correr. Y ahí es donde encuentras la satisfacción.


Sigue buscando inspiración, buscando ideas o copiando otras que te parecen buenas hasta encontrar el equilibrio perfecto para ti y para este año 2020. Y cuando te pregunten,“¿Qué, cómo ha ido el año?” tu tengas la respuesta que siempre habías querido dar.