Ambientes que disparan recuerdos
Compartí en “Ahora toca hablar de mi,” pero hoy seré más directa: el 2018 en general fue un año completo de cambios en mi vida: una ruptura de corazón digna del Sálvame Deluxe ¡o una gran producción de Televisa! Una mudanza en la que cambio un piso en el Eixample por un barco en el Port Olimpic; y claro ¡mi más reciente locura: emprender la aventura de lanzar mi tienda de muebles y decoración online!
Aunque todos los cambios del 2018 han servido de base para que el año 2019 sea muy positivo, muy productivo y muy satisfactorio, el corazón no olvida los recuerdos de la mente.
El fin de semana pasado mi amiga Clarissa vino al barco para disfrutar de un rico brunch que había preparado. Cuando digo “preparado,” quiero decir: “lo dejé para último minuto y tuve que pedir a domicilio". ¡A Clarissa le encantó! El desayuno era por tres motivos:
- Dar gracias por la mudanza
- Dar las gracias por hacer una triple maratón de “El Diario de Bridget Jones” tras la ruptura
- Celebrar el primer mes de carlakey.com
Tras unas copa de cava, le enseñé a Clarissa unas imágenes en las que estaba trabajando para las próximas publicaciones, y viendo el catálogo de muebles, decoración e iluminación de las nuevas marcas que he estado añadiendo a la tienda. Pero entre el cava, las olas, el mar, las ideas y el recuerdo fueron los catalizadores de un mini-break-down y un mini-break-through este fin de semana.
La imagen que saldría publicada como “MESA DESTACADA”, me la enseña y pienso “esto me recuerda a alguien” (como estaba en #modotrabajo no ubicaba a quién), pero no contaba con la astucia de mi amiga Clarissa que sin pensarlo dos veces soltó: “Esta decoración es muy “Pitufo,no?”
Continúa:
“Pitufo” así era que llamaba a mi ex, al no esperar siquiera hablar de él, pues al escuchar el nombre y al ver la foto, el ambiente me disparó toda nuestra historia otra vez por la cabeza, y sin poder poner pokerface, ni nada me vine abajo. Clarissa se disculpó inmediatamente y mientras lo hacía me dió el abrazo que no sabía que necesitaba.
Clari me propuso cambiar la imagen del post, pero si lo hace, ese sería mi error. Lo más acertado no es escapar de los temas que no me gustan, sino enfrentarlos.
“Cuando siento que todo se viene abajo y me superan mis emociones, para poder sacar todo de dentro y no explotar lo que hago es escribir,” decía mi madre.
Y tras su consejo y su permiso para contarlo escribo yo todo esto para no dejar que ni Pitufo, ni las fotos que ponga de inspiración para la decoración del hogar en tonos azules, o que “se parezcan a él” me afecten. Por eso escribo este post, aunque creo que mi madre refirió a que escribiera sobre mi relación, “poc a poc, colega - poc a poc.”