Estamos juntos en esto
Es cuestión de tiempo que salgamos de esta situación y que volvamos a la bendita normalidad. Esa que obliga a arreglarse después de la ducha y escoger algo mono pero sencillo que te haga sentir genial.
Apelando a la responsabilidad social #yomequedoencasa y trabajo desde mi casa. Un barquito chulo convertido en hogar que me alquilé y que ahora se ha convertido en mi castillo flotante, protector de virus y home office que me mantiene a flote y a salvo.
Ahora nos toca hacer un poco de deporte en casa para mantener las formas y también dejarnos llevar por las tentaciones y comernos un helado. Es momento de reconocer que hacerse las uñas no es tan fácil. Es momento de hacer las paces con los vecinos ruidosos mientras gritas a pulmón desde el balcón para agradecer los esfuerzos de otros. Momento de ponerse a cocinar un sencillo pastel para principiantes para acabar comiendo luego una serie de sabores y texturas indescriptibles que no permite, lo mires por donde lo mires, ni un storie en Instagram.
En fin, quiero decir que entre todos y con paciencia superaremos esta temporada de recogimiento hogareño impuesto. Muy pronto volveremos a las terrazas. Pero no las terraza de casa, esa a la que nos asomamos para ponernos las manos coloradas aplaudiendo a todos esos valientes, volveremos a las terrazas de los bares y de todos esos locales en los que el ambiente ruidoso nos hacía sentir feliz. Por que estamos juntos en esto.
Volveremos a pasear por las montañas para comernos un bocata en el campo mientras tomamos un poco el sol. Volveremos a comprar con normalidad, los niños volverán al cole con sus mochilas y cuando menos te lo esperes estarás de camino a casa de tus suegros porque habremos vuelto a la “Bendita Normalidad”